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lunes, 23 de enero de 2017

Mi Experiencia como Madre: "Llamados de atención"



Cuando los niños crecen, captan el  interés de los adultos pidiéndoles ayuda, o exigiendo que les atiendan aunque están ocupados, o desafiando la autoridad. Las llamadas de atención vinculadas a actuaciones de rebeldía empiezan a cobrar importancia en torno a los 2 años, en ese momento el niño adquiere su idea de identidad: se reconoce a sí mismo como ser independiente y ejerce su “yo” a través del conflicto con el resto. Hasta los 4 o 5 años aproximadamente, el niño se manifiesta claramente egocéntrico, incapaz de ponerse en el lugar del otro para entender sus motivos. Por eso se enfada cuando le quitan algo que es de otro niño, o interrumpe cuando no debe.
En mi experiencia como madre y tía he observado que tanto mi hijo de 5 años, como mi sobrina de 1 año y medio tratan de llamar la atención de diversas formas, en algunas ocasiones suelen imitar las acciones que efectúa el otro, logrando así llamar la atención de los abuelos y tíos, así mismo mi hijo algunas veces tiene confrontaciones con   mi sobrina y la hace llorar, pues ella lo molesta dañándole lo que está haciendo o lo acusa de lo que ella hizo.
Terminar con este comportamiento invasivo depende, en gran medida, de la paciencia y la perseverancia que se tenga poniéndole límite, el niño necesita que le enseñen qué está bien y qué no. No dar demasiada importancia a sus acciones negativas ayudará a extinguirlas. Esto no significa que no haya que castigarle o regañarle cuando hace algo mal, sino que hay que procurar hacerlo manteniendo la cabeza fría, de forma justa y sin dramatizar.
Lcda. Yohanna Jaimes
Docente de 3º Grado

Mi Experiencia como Madre: "Cambios de humor en los niños preadolescentes"





Todas las personas a lo largo de su vida tienen cambios tanto físicos como emocionales que son muy evidentes. A pesar que un niño o niña a los diez años de edad aún se considera un niño, se muestran en algunas oportunidades un poco difíciles en cuanto a su comportamiento como es el caso de los adolescentes, pues es en esta edad cuando entran en cambios temperamentales muy drásticos que algunas veces son difícil de manejar, sin embargo nosotros como padres debemos saber abordarlos y buscar soluciones sencillas como conversar con ellos. Debemos saber que parte de estos cambios tienen diferentes factores como lo son: el ambiente, la comunidad, la relación con sus pares y el colegio, por eso es importante enseñar valores a nuestros hijos para que su crecimiento se torne en armonía.
            En mi experiencia como madre, ya mi hijo tiene diez años y he podido observar esos cambios temperamentales que se dan de un momento a otro, por ejemplo en ocasiones se muestra retador cuando se le dice algo o sale a la defensiva cuando le piden algo, pero estoy consciente que es necesario ser paciencia y mantener constantes vías de comunicación con él.
Lcda. Linda Vivas
Docente de 2º Grado

Mi Experiencia como Madre: "La llegada de un segundo hijo"



         La llegada de un nuevo bebé a la familia puede provocar un montón de cambios repentinos en la vida familiar. Antes de que nazca el bebé, es lógico que los padres dediquen mucha atención y energía a los preparativos del feliz acontecimiento. Y, después del parto, la mayor parte de la atención de toda la familia se centrará en colmar las necesidades básicas del recién nacido. Tener otro hijo implica doble dedicación y doble alegría. Los padres deben estar plenamente convencidos de su decisión y, sobre todo, entender a ese hermano mayor que probablemente no sepa muy bien lo que ocurre a su alrededor.
          En mi experiencia como mamá, podría decirse que el  segundo embarazo no fue parecido al primero en cuanto a los cambios físicos, también es cierto que hubo  muchas diferencias en cuanto a las sensaciones con mi primer embarazo. Algo que me pareció muy diferente fue la  confianza con que afronté la responsabilidad, los preparativos y las molestias. La conexión con el bebé fue diferente, me fue más fácil hablarle al bebé y acariciarla desde la barriga, todo fue más natural y espontáneo.
         No pude  evitar sentir cierto temor, porque pensé  que no iba a poder prestar toda la atención que necesitaba mi hijo mayor; teniendo en cuenta que ya no podría  entregarme  por completo al que había  sido hasta ahora mi  gran amor, y tampoco podía  tener una completa unión con mi  segunda hija  que dejara  al primero fuera de la relación madre e hijos, pero con paciencia y constancia todo salió bien.
Lcda. Lizbetth Davila
Docente de 4º Grado


lunes, 16 de enero de 2017

Mi Experiencia como Madre: "Los niños que chupan dedo"



El hábito de chuparse el dedo suele hacer que los niños se sientan seguros y tranquilos. Pueden tener preferencia de  chupar el dedo pulgar o los dedos medio e índice; acostumbran a hacerlo en los momentos que se sienten cansados, hambrientos, aburridos o cuando están tratando de calmarse o dormir. En ocasiones acostumbran tener también un trapo, colcha, juguete u otro objeto cerca. Los especialistas dicen que se recomienda que los niños dejen esa costumbre antes de que les salgan los dientes permanentes ya que cuando chupan con fuerza, la fricción podría deforma la encía y les puede causar enfermedades infecciosas en la garganta, nariz y oído; incluso causarles dificultades en el lenguaje.
En mi experiencia como madre, logré que mi hijo dejara de chupar dedo a los cinco años y medio, fue difícil, pero su papá y yo le hablamos mucho, le dábamos premios y tratábamos de distraerlo de esa conducta. En la escuela donde estaba a veces sus compañeros les hacían bromas al respecto y eso hizo también que sintiera pena por ese comportamiento. Sin embargo considero que no es aconsejable regañarlos o hacerles broma al respecto ya que eso puede causarles conflictos emocionales de otro tipo, solo hay que estar pendientes y motivarlos a que hagan otras actividades que los distraiga de esa conducta.
Lic. Gladiz Arciniegas
Docente Titular de Preescolar “A”

martes, 10 de enero de 2017

Mi Experiencia como Madre: "La Indisciplina"



La indisciplina es un comportamiento difícil de vencer cuando se presenta desde la infancia. En efecto, para el niño es difícil entender que una llamada de atención al respecto está orientada a defender su propio interés y carece en absoluto de una visión peyorativa hacia su persona.Para los psicólogos la indisciplina, es un llamado de atención de los niños hacia sus padres. Para los pediatras es falta de comprensión de los padres  para con sus hijos.
En mi experiencia como madre, mi hijo, en el colegio no acataba normas, estaba a la defensiva, mojaba la cama en ocasiones y en la casa era grosero. Consulté al psicólogo y me dijo que él realizaba llamados de atención negativos, por la falta de tiempo y dedicación que recibía. Para resolver esta situación implementé juegos afectivos y trato de llegar a casa más temprano, hablar de sus cosas, dedicarle tiempo de calidad, esto me ha permitido conocerlo más y he notado  una evolución positiva, ha mejorado su comportamiento en términos generales.
La rutina diaria nos aparta de lo que más queremos  y es cuando se presentan los llamados de atención negativos, por ello se debe dedicar a los hijos por lo menos una hora de calidad. Los castigos y los maltratos no resuelven nada solo hacen que el niño crezca con agresividad y rencor. El solo hecho de hablar con ellos y escuchar sus  opiniones crea en el niño seguridad.
T.S.U. Karina Rondón
Docente Rotativa