Todas
las personas a lo largo de su vida tienen cambios tanto físicos como
emocionales que son muy evidentes. A pesar que un niño o niña a los diez años
de edad aún se considera un niño, se muestran en algunas oportunidades un poco
difíciles en cuanto a su comportamiento como es el caso de los adolescentes, pues es en esta edad cuando entran en cambios
temperamentales muy drásticos que algunas veces son difícil de manejar, sin
embargo nosotros como padres debemos saber abordarlos y buscar soluciones
sencillas como conversar con ellos. Debemos saber que parte de estos cambios
tienen diferentes factores como lo son: el ambiente, la comunidad, la relación
con sus pares y el colegio, por eso es importante enseñar valores a nuestros
hijos para que su crecimiento se torne en armonía.
En mi experiencia como madre, ya mi hijo
tiene diez años y he podido observar esos cambios temperamentales que se dan de
un momento a otro, por ejemplo en ocasiones se muestra retador cuando se le
dice algo o sale a la defensiva cuando le piden algo, pero estoy consciente que
es necesario ser paciencia y mantener constantes vías de comunicación con él.
Lcda.
Linda Vivas
Docente
de 2º Grado
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