Todos
conocemos el contraste que hay entre la niñez y la adolescencia, y las
diferenciamos como grandes etapas del desarrollo. Sin embargo, el paso de una
etapa a otra es algo gradual y secuencial, que forma parte de un proceso, es
decir, no se pasa de una etapa a otra
directamente, sino que se hace poco a poco. Existe una período de transición
entre la niñez y la adolescencia en la que se comparten características de
ambas etapas, es la etapa donde comienzan los cambios y a la que debemos
prestar mucha atención.Es el adiós a la infancia,
cuando el niño pasa a ser hombre y la niña a ser mujer; es una de las etapas
más difíciles e importantes de la vida, ya que es cuando una persona se empieza
a conocer a sí misma.
En
mi experiencia como madre y docente de 4° grado me parece que tanto en el hogar
como en la escuela tenemos una gran responsabilidad en cuanto al desarrollo de
nuestros hijos y escolares en la transición de la niñez a la pubertad, ofreciéndoles
un clima de confianza donde puedan expresarnos sus dudas, temores, miedos,
cambios físicos y emocionales, ya que es necesario para que reafirmen su
identidad. Por
eso mi consejo es que con mucho amor y respeto les ayudemos a entender el
proceso de cambios que están atravesando
y que son algo natural.
Lcda. Lizbeth Dávila
Docente Titular de 4º Grado
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