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viernes, 3 de marzo de 2017

Experiencia Docente: Control de esfínteres, proceso



La presión que tiene un niño de tres años al no controlar esfínteres se ve con frecuencia y se considera como un atraso en el desarrollo, de hecho sus padres suelen ser aconsejados o reprochados por sus familiares, amigos, o el colegio donde estudie su hijo (que a veces no aceptan niños que no controlan esfínteres a  los tres años) y son las fuentes de criticas mas habituales.
            Antes de ceder a esta presión y sacarle los pañales sin más, hay que tener claro que el control de esfínteres es en algún sentido como aprender a caminar, no solo se trata de estimularlo y tener buenas intenciones para enseñarlo. Sino que implica un alto grado de maduración biológica que no se da al mismo tiempo en todos los niños y niñas. Es importante consultar a un pediatra y escuchar sus consejos ya que los profesionales saben acompañar la individualidad de cada niño en este proceso y también puede asesorar a los padres sobre estas cuestiones.
            En mi experiencia como docente, he visto casos de niños que los padres se empeñan en quitarles el pañal sin hacerles un proceso calmado y suele costarles bastante, lo que los hace frustrar y enojar con los niños, llegando incluso a sembrar en los pequeños sentimientos de culpabilidad, lo cual empeora todo. En otros casos, también he notado que un niño controla esfínteres y comienza a usar el baño con normalidad, pero le ocurre algo que le cause algún temor o tiene una experiencia fuerte, y este proceso debe comenzar de nuevo, ya que se orina en la cama o en su ropa. Por eso debemos ser pacientes y consultar a un especialista si se considera necesario.
Lic. Gladiz Arciniegas
Docente Titular de Preescolar “A”


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