Al hablar de las habilidades docentes, es necesario destacar el
liderazgo como aquella que ostenta el máximo nivel, ya que permite al docente
ser competente para motivar, dirigir y organizar un grupo. La capacidad de
hacer que las personas atiendan y comprendan algún tipo de instrucción sin
distraerse, así como equilibrar el ambiente para que cualquier tipo de
actividad que se haga, sea efectiva y tenga receptividad por parte de dichas
personas. Existen diferentes formas para lograr el control y manejo cuando
hablamos de un de un salón de clases. Para tener éxito hay que saber dirigir a
los niños, adaptar el estilo de enseñanza, tomar en cuenta la edad de los
alumnos, su origen y nivel socio-cultural, así como la personalidad de la clase
como grupo y la de uno como profesor.
Cuando trabajo con mi grupo siento satisfacción al saber que tengo la
capacidad de hacer que los niños centren su atención en lo que les estoy
enseñando, para lograr así diversos objetivos al momento de realizar o aplicar
cualquier estrategia, pues es fundamental la disciplina para poder llevar a
cabo los compromisos y así tener un mejor resultado.
En mi experiencia docente con los diversos grados con los que he tenido
la oportunidad de trabajar, he observado que tengo la capacidad para lograr que
mis estudiantes tengan un buen comportamiento al realizar sus actividades. Al
aplicar estrategias como: mostrarles siempre respeto e interés, establecer
reglas, estar preparada ante cualquier eventualidad, llamar a los niños por su
nombre, ser firme y consistente, permitirles que se expresen, entre otros.
Todos estamos claros en que cuando los niños se sienten a gusto en un salón de
clases, no van a presentar problemas de comportamiento.
Lcda.
Linda Vivas
Docente
de 4° Grado
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