En mi experiencia como docente he aprendido que es importante resaltar el afecto y cariño con
el que se trata a los niños y niñas, ya que eso contribuye mucho en la
motivación y entusiasmo con que ellos
adquieren sus conocimientos y con que asisten a la institución. Al ser
así, marcaremos la vida de forma
positiva en cada niño o niña que entre a nuestro salón, demostrándole la
importancia que tienen, puesto que son
seres únicos e irrepetibles que se están formando, y es necesario que
desarrollen su autoconfianza y autoestima.
La afectividad, es la base de la salud emocional y debe ser reciproco,
no solo debe hablarse del vinculo que se da maestro-alumno, sino también
alumno-maestro; por eso debemos generar vías de comunicación de acercamiento,
incluso de complicidad con nuestros estudiantes.
Es por ello que el simple hecho de ver a un niño al que se le dio clases en años anteriores te
reconozca en cualquier lugar con un gran afecto y cariño. Eso significa que
fuiste importante y lo ayudaste de algún modo en sus inicios de escolaridad a
ser mejor y a entender que todos podemos
brillar con luz propia sin opacar a nadie, esto solo se logra haciendo de la
mejor manera nuestro trabajo dedicándole el interés necesario para que todo sea
armonioso dentro y fuera de las aulas de clase.
Lcda.
Margiory Ramírez
Docente de 5° Grado
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