Los
niños en estas edades, están desarrollando sus habilidades lingüísticas, tienen
un fuerte deseo de hacerse independiente y no poseen la capacidad de controlar
sus impulsos es por ello que son susceptibles a reaccionar físicamente. A veces
tienen algunas agresiones a través de golpes o mordiscos y es completamente
normal. Es importante enseñarles a los niños a expresar sus sentimientos de
otra forma, esto les ayudara a controlar sus impulsos y rabietas.
¿Qué podemos hacer?
·
Responder con consecuencias lógicas
·
Procurar actuar inmediatamente siempre que el
niño se ponga agresivo, el tiene que saber en seguida que ha hecho algo mal.
·
Mantener la calma. No sirve gritar ni pegar.
·
Disciplinarlo con constancia, siempre que sea
posible, responder a cada episodio de agresividad de la misma forma.
·
Esperar a que el pequeño esté más calmado, y
hablarle tranquilamente sobre lo que acaba de ocurrir.
·
Recompensarle por su buen comportamiento
·
Limitar su tiempo frente a la televisión
·
Proporcionarle mucha actividad física
·
Buscar ayuda profesional si así se considera necesario.
En
mi experiencia como docente, estoy consciente de que estos cambios de
comportamientos se pueden presentar en cualquier momento y circunstancia, por
lo tanto coloco distintas estrategias en las áreas de trabajo tanto en el aula
de clase y al aire libre, como juegos grupales, canciones, bailes, juegos
dinámicos que ayudan a los niños a salir de esos transes y drenar sus
emociones.
TSU Angélica Duarte
Docente Titular de Maternal
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