El
desarrollo emocional parte del sistema límbico, que es el encargado de
controlar las emociones. Este sistema es muy sensible a las expresiones
faciales, así cuando los infantes sienten miedo es muy fácil que se les refleje
en el rostro. Los niños y niñas mejoran su desarrollo emocional según las
relaciones personales que vayan manteniendo, y estas son principalmente con sus
padres y familiares. Es muy importante cómo actúen los mayores frente a los pequeños,
pues estos aprenden de lo que se les dice, así como también de lo que ven y de
cómo son con ellos. Por ello es imprescindible comportarse de manera adecuada
frente a ellos, observar qué estamos diciendo con nuestros gestos, palabras y
acciones, constatar que sea congruente, contactar con el estado emocional de
los niños, escuchar qué nos están diciendo. Estas son algunas técnicas que los
adultos deben seguir para ayudar a los niños en su desarrollo emocional.
En
mi experiencia como docente, he observado que los cambios emocionales de los
niños pueden ser muy diversos y que es necesario educarlos al respecto, lo que
requiere esfuerzo constante, por eso es importante tener en cuenta que a veces tendrán
algunas conductas desajustadas, debido a que no han aprendido todavía a
controlar sus emociones, por ejemplo las rabietas. En este caso es bueno
ayudarles a reflexionar sobre sus sentimientos ante estas conductas, motivarles
para que prueben otras formas de relacionarse y explicarles cuales son las
consecuencias de estos comportamientos inadecuados. A medida que los niños van aprendiendo, es
bueno valorar sus intentos para que sepan que están actuando de forma correcta.
Lcda.
Liliana Figueroa
Docente
Titular de Inicial B
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